396. Salmo 18

Señor, tú tienes palabra de vida eterna.

La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma;
el testimonio del Señor es verdadero,
da sabiduría al simple.
Los preceptos del Señor son rectos,
alegran el corazón;
la instrucción del Señor es clara, da luz a los ojos.

La palabra del Señor es pura,
permanece para siempre;
los juicios del Señor son la verdad,
eternamente justos.
Son más valiosos que el oro, que el oro más fino;
más dulces que la miel que destila del panal.